El diagnóstico precoz sigue siendo una importante estrategia en la detección precoz, particularmente en los países de ingresos bajos y medios, donde la enfermedad se diagnostica en fases avanzadas y los recursos son muy limitados.
La mamografía es el único método que se ha revelado eficaz. Si su cobertura supera el 70%, puede reducir la mortalidad en un 20%-30% en las mujeres de más de 50 años.
La autooexploración mamaria, aunque no hay datos sobre ella, responsabiliza a las mujeres de su propia salud, sobre todo las que están en situación de riesgo.
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